viernes, 17 de octubre de 2014

Entonces.... ¿Nos reímos?

Yo veo blanco, vos ves negro. Vemos opuestos. SE ROMPE UN POQUITO EL ORGULLO y Vemos grises. Veamos un sólo gris. Dale, si la última vez fue de común acuerdo.  "Te estoy diciendo cosas lindas". Y yo las recibo, las guardo y riego con ellas algo adentro mío que late fuerte, fuerte y que a veces está triste. Y si me decís cosas lindas, sentite orgulloso de lo hermoso que estás siendo, pero nunca las digas si no las sentís y lo entenderé, y menos que menos las digas para saber si yo te diría lo mismo. Y si me decís cosas lindas y agarro tus palabras y las vuelvo a meter en vos, enseñame a disfrutar, mostrame cómo masticas la frase, con tu lengua acomodás las letras y me devolvés la frialdad con algo que me haga reír. Como por ejemplo, el peinado de un pony. Mostrame que ante un enojo, me puedo reír como con los algodones de azúcar, demostrame con una sonrisa hermosa que el mejor remedio es el polo opuesto al estado en el que me ves, demostrame que se puede disfrutar, osea, demostrame lo que me enamoró de vos: que me demostrábas cómo podías disfrutar a pesar de todo. Demostrame, y esto no es obligarte a nada, sólo a que me lo demuestres. Demostrame que la lágrima derramada, cayó sobre la pelea y mezcló tanto nuestras bocas que las acercó hasta el punto exacto en el que ambas estaban unidas y terminaron riendo y cantando, o por lugares prohibidos. Demostrame que la lluvia en mis ojos sirvió para limpiar el cielo y para que crezcan las flores, que fue un cambio y que no llovieron en vano. Pero por sobre todo, siempre mi amor, demostraTE entero y feliz, para yo también poder estar entero y feliz.  


PD: Cualquier similitud con una carta de amor barata es mera coincidencia. Este texto es mi color blanco, y tiene como consigna ser leído y comprendido; al igual que su autor, pero que definitivamente quiere mezclarse con el color negro y que no lo duda nunca, porque me encanta, apuesto y amo cuidar de ese color.

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