miércoles, 30 de marzo de 2011

Batalla Campal

Pocas veces me pasó. Papel, lápiz, yo. Nada... Hoja en blanco y mente tan escrita. ¿Mamarrachos? ¿Notas al margen? ¿Vagas ideas? Mis manos no coordinan, no dibujan palabras pero mi cabeza, miles. ¿Mis ganas? Muchas. ¿Mi necesidad? Escribir. ¿Por dónde empiezo cuando hay tanto para decir? ¿Cómo hago que mis manos plasmen un sólo pensamiento y no todos los que tengo a la vez? ¿Cómo vomito sin vomitar? ¿Cómo pienso sin pensar? De pronto las letras una arriba de la otra, forman jeroglíficos y no frases... oraciones. De pronto, tinta desperdiciada en palabras tachadas por tinta aún más desperdiciada. Una cruz, dos cruces, cincos... tres ideas subrayadas, dos asteriscos, flechas. Mi hoja una batalla campal de ideas. Un bollo y a la basura. Un cigarrillo y de nuevo mi mente. Vuelvo al papel y lo rescato: me había dado cuenta... !Qué bien plasmé en la hoja, la batalla campal de mi cabeza!

Merienda de muertos

Hoy nos reunimos a merendar otra vez. Rodrigo el cantante, que murió en el cumpleaños de mi primo. Ramón, el vecino, que falleció en el cumpleaños de mi otro primo y que ¡Oh casualidad!, murió su santo tocayo el día de mi cumpleaños.Y yo, que morí también en el cumpleaños de mi primo, pero año atrás.
¡Qué lindo es conocer gente nueva (relativamente)! Rodrigo y Ramón (aunque es novato) traen amigos a casa. Saludo más cariñosamente al abuelo Carlos, que murió en el cumpleaños del próximo galán de novela, la del 2028. Todos notan ese gesto, pero shh... el abuelo no es de venir mucho, se queda armandole zapatos a Olmedo allá arriba a veces y me es inevitable tal bienvenida a mi mesa.
 Escucho sus historias de vida (y las de muerte también) entre chocolatada, café, mate de algunos y el infaltable habano que fuma mi vecino en plena tarde.
"¡Qué irónica tu muerte!", me dicen todos. "Dale Emi, ¡Vos no tendrías que estar acá!", "¿Qué hacés acá Emi?, dale, ¡Largá el mate (arriba tomo mate más a menudo) y volvé!"
Uno no puede revivir muchachos. Ya "arruiné un cumpleaños un año atrás". ¿Cómo hago para solucionar eso? Matar un cumpleaños... Pasame el azúcar. Los muertos no tienen solución... y menos en los cumpleaños... ¿A quién le toca este mate?