lunes, 18 de octubre de 2010

COMPROMISO

    "Se trata de compromiso. Rodolfo se comprometió"- me dijo hoy una de las amantes de Rodolfo. Y pensé: Pero León no lo hizo. León no es Rodolfo, por suerte, y Rodolfo no fue León. Por suerte. Ni León quiere terminar como él, aunque él haya terminado por (o para) León, al comprometerse. 
¿Lo habrá dudado? Porque si así fue, León es él. Y si Rodolfo no dudó, en cambio, no sé que espera León. Suena fuerte. Confuso. Suena simple, y lo es. ¿Y qué espera entonces? ¿Que su historia termine como la de Rodolfo?.
Escribe, se expresa, siente y lo plasma. Ni en su caligrafía, ni en sus palabras se parecen, ni en la magnífica cabeza de Rodolfo está León, ni a sus talones le llega, pero escribe. 
Quizás porque de ese modo quiere comprometerse. Entonces sí sería él.
¿Y qué busca? A quien lo encontró.
¿Y qué espera? Espera. O no sabe si esperar.
¿Y como termina todo? No termina, continúa. Historia abierta como la de Rodolfo.
¿Y qué pasa si se cierra sin comprometerse? Entonces espera no terminar como Rodolfo, y que (una vez más para León) lo mate la historia.
   Diecisiete minutos después de este recuerdo, recibo la noticia de que León decidió comprometerse. Escribir, plasmar y expresarse, acomodaron las ideas en su cabeza, que sigue sin parecerse a la de Rodolfo. León pensó que pensar limitaba su capacidad de disfrutar. Pensó en la ciudad,pensó en los árboles, en las cajas. Y pensó que esa, sería la última vez que pensaría. Entonces concluyó, que no se compromete por la ciudad (a diferencia de Rodolfo), por los árboles, o por las cajas. Que no le importa si aún no ha encontrado, porque seguramente lo hará. Sólo le importa vivir su historia, sea cual sea su final. Comprometido.Después de todo, León y Rodolfo, comienzan a parecerse en algo.

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